9 mar 2010

Angustia existencial

Ayer fue el día de la mujer. Lo festejé con el comienzo de una menstruación dolorosa, como no podía ser de otra manera. No se puede ser más mujer que con dolor de ovarios, ¿no?
Hoy, el día después del día de la mujer: pésimo día laboral, para que no me olvide de que sigo siendo mujer, me entero que un compañero varón se va a presentar a mi llamado de ascenso, porque...ni más ni menos se considera mejor calificado que yo para el puesto.
Llanto, dolor de ovarios, bronca que estrangula la garganta.
Odio súbito por todo la especie humana, necesidad de cavar un hueco en la tierra y esconderme como si fuera un avestruz.
Pensé en ahorcarme, no me da el cuero, no creo que pueda...seguro que me arrepiento cuando es demasiado tarde.
El dolor lacerante de que el mundo está en mi contra me enceguece, mi orgullo me indica que prefiero morirme de hambre a tener que trabajar bajo las órdenes de un zopenco que encima se considera superior a mí!
Y la sensación es peor porque ayer me vi -como debía, por otra parte, de acuerdo a la ocasión- un documental excelente con la vida de Simone de Beauvoir y a pesar de que estoy como 70 años más acá en la historia, me siento 150 años más allá en los logros....si hasta ni conozco París!
Pero bueno...para que amargarme...mejor sigo pensando en que como esto está de moda (lo del blog) sigo Hip y estoy Chic! Salú y felíz día a las mujeres que con o sin dolor de ovarios nos merecemos más de lo que tenemos y hacemos más de lo que podemos!!!!!!!!!!

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