25 abr 2010

uff

Y sí, uff.
Es domingo y me levanté temprano.
Es domingo y tengo que hacer cosas.
Es domingo y no se bien metereologicamente hablando cómo será el pronóstico de mi humor para hoy y para la semana que se avecina. Pongamos que variable.
Así, cambiante. Afectado por el cambio climático.
Porque después de todo, si el escote de las mujeres provoca los terremotos -según dicen allá algunos en Irán-, porqué no habría de afectar a mi humor el cambio climático, no?
Combo perfecto, hormonas, clima...¿qué más? Ah, sí me olvidaba de la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre Israel y Palestina, eso seguro que también algo tiene que ver...
Es como si los planetas se alinearan y por alguna extraña razón estuvieran sobre mi cabeza para recordarme algo que no tengo muy claro que es.
Estoy en una etapa de mucha productividad, que se traduce así: veinte libros empezados, una pila de ropa para planchar, muchas ideas sin desarrollar, en fin, como dije super productiva estoy.
Además esta semana se me dió por profundizar en esto de las TICs lo que a veces me asusta un poco porque es descubrir que dejé de fumar sí, pero mi comportamiento adictivo se traslado hacia ese terrenito muy seductor que de tan virtual y realista puede eventualmente convertirme en un monstruo de cuatro cabezas.
Y si no me aguanto una ¿cómo voy a hacer para aguantar las otras tres????

15 abr 2010

MAL HUMOR

Malhumorada, así estoy. Así me siento, de piernas cruzadas y con mal humor. Ni yo me aguanto. Así que, agarrate Catalina...y bien fuerte, de algo que te sostenga y no te haga trastabillar ante los vientos huracanados de mi mal humor. No sé qué, ni cómo explicar lo que me pone de mal humor. Es todo y la nada absoluta a la vez, es bronca e inquietud al mismo tiempo. Mal humor puro y duro, tieso, nada flexible, de ese que te da como un amargor en la boca. Lo peor es que no encuentro la causa. No sé que es lo que me malhumora, no sé que es lo que me fastidia, pero evidentemente algo es, sino no estaría de malhumor. Y esta vez y contra todo pronóstico lo que pone de mal humor poco o nada tiene que ver con la edad o con el hecho de que el gasto en antiarrugas vaya aumentando paulatinamente...
Que se yo...o para estar más a tono y yo que sé!
Estoy de mal humor y punto, estoy de mal humor y no me importa, estoy de mal humor y eso es lo que pone de muy mal humor!

10 abr 2010

¿Quién me mandó a mirar fotos viejas?

Horrible. ¿A quién se le ocurre volver a mirar esos álbumes que son una antigüedad de cuando aún se usaba la foto analógica? A mí. Tonta!!!!!!
Tonta que recuerdo que cuando vi por primera vez las fotos me parecieron horribles! Ay! Infelíz de mí que no sabía que 15 años después no solo me iban a parecer espectaculares sino que se convertirían en la prueba fotográfica contundente de mi decadencia!
Eso es lo que tiene la juventud es IMPUNE! aunque ahora que lo pienso 15 años atrás no era tan joven...
No importa, la cosa es que viendo esas fotos recuerdo un tiempo otro que, como todo tiempo otro, aunque haya sido una mierda nos parece mejor que el que estamos viviendo ahora ¿no?
¿O sólo a mí me pasa eso de pincelar todo de rosado cuando los recuerdos se van poniendo sepias?
En fin, es una manera de protección: la negrura es ahora, el futuro es trasparente y el ayer rosa.
Hurra! Acabo de descubrir que cultivo filosofía cromática!!!
Capaz que si aún no se ha inventado puedo convertirme en la "Gurú de la Colorcromoterapia" o algo así...siempre es bueno ilusionarse -a pesar de que se le paso la mitad de la vida- con la posibilidad de que una aún va a encontrar el invento que la llene de plata!!!
En fin en color o en blanco y negro no le recomiendo a ninguna chica que ande con su autoestima un tanto baja -como yo- arrancar el fin de semana desempolvando álbumes de fotos de décadas anteriores, si quiere mirar fotos viejas que mire las de la niñez, cuando aún éramos todas inocentes y no nos imaginábamos el trabajo insalubre que era ser mujer!!!!!

8 abr 2010

Desliz

Acabo de cometer una locura, publicité mi blog.
Hice una infidencia, producto de la sed narcisista de reconocimiento. Es más fuerte que yo. Quiero ser famosa!!!!!
Empecé la estrategia de marketing, necesito irme conformando un auditorio. Necesito feedback, si bien este es un blog que releyendo las entradas puedo decir que habla mucho de la crisis de los 40 y las menstruaciones dolorosas, también está bueno poder empezar a comentar en el espacio con las demás "sisters" de qué se trata esto de ser mujer y no ir muriendo en el intento.
Además -convengamos- que mi versión de los hechos es bastante parcial y subjetiva, por lo que no me vendría mal un poco de crítica constructiva para ir viendo para donde arrancar. Igual, estoy un poco timorata, no sé bien si ahora que tengo "una" público cautiva -si es que es fiel y no traiciona divulgando mi secreto-seguirá este espacio tan puro como antes, que tenía la incondicional aprobación de mi marido al que le queda poco espacio, más allá de decirme, lo inteligente que son mis observaciones y que mis 40 no me han podido sentar mejor! Pero bueno, acá estoy, compartiendo por primera vez esta entrada y esperando que sea con éxito...a vos te lo digo, sí, a vos que estás leyendo esto por primera vez, jajajajajaja.

6 abr 2010

Inquietud

Así estoy, inquieta.Ansiedad de buscar, como reza la canción.Martes de noche, Manhattan en la mano y auriculares puestos. TV encendida, marido cocinando a lo lejos ¿Qué más puedo pedir?
Y yo que sé, no sé qué, no estoy cien por ciento segura, pero algo me falta, no me alcanza.
Será la edad...será la nostalgia de unos pagos lejanos o la menstruación que este mes se presentó sin que la esperara de lo rápido que se me pasaron los 28 días. Sí...esa nunca falta a la cita, es un reloj. Hubo una época en que eso me mortificaba, la cuestión de la biología reproductora y de la mujer como dadora de vida me habían puesto en una situación incómoda...la maternidad no era una cosa que me quitara el sueño pero era lo que se esperaba de mí después de que había contraído nupcias..tardías, eso sí.
En esa época la menstruación se me aparecía odiosa, pero no por ser la demostración de no poder tener un hijo -cosa que no sé bien si alguna vez quise del todo- sino más bien porque era la contundencia de que no podía controlar el hecho de quedar embarazada. Una control freak como yo -por no decir manipuladora, queda feo- no podía decidir sobre eso y hubieron momentos en que ese hecho de no poder controlar la fisiología me desquició, si puedo controlar las ganas de ir al baño, por ejemplo ¿por qué no habría de controlar cuándo quedar embarazada?
Después, con el tiempo, el autoanálisis (es una práctica que me ayuda a no gastar en psicólogos) fructificó -algo en mí debía dar frutos!-, y ayudó a que asumiera que eso no estaba en mis manos, y una especie de fatalismo me poseyó: será lo que deba ser o no será nada. Y así superé el desasosiego que me producía cada mes ver la manchita roja amarronada en la bombacha....
No obstante lo anterior, que nada o todo tiene que ver con mi inquietud del día de hoy, creo que la misma está emparentada a la necesidad de hallar el tono justo a esta especie de confesionario porno que encontré en la escritura de un blog.
Buscando el tono, eso es, creo que estoy buscando el tono a mi voz interna.
No sé que me pasa hoy, bueno, aparte del desorden hormonal que provoca el cóctel de la edad con el período menstrual, no sé tampoco que es lo que quiero escribir...seamos honestas, nunca lo sé. Hmm, sonamos! usé el plural y cada vez que aparece el mayestático se enciende una luz roja que me avisa que debo iniciar una retirada digna, antes de que sea demasiado tarde.
Me retiro, pero sigo inquieta y desentonada. Espero que se me pase pronto.


4 abr 2010

soy tan básica.

y sí, tengo que asumirlo, soy básica. Básica de instinto. Instintivamente básica. No puedo con mi genio. Quisiera ser superada, pero no..ni arrimo, básica es mi nombre, mi apellido y mi sobrenombre.
¿Por qué básica? ¿Qué es ser básica?
Esto, escribir con las tripas, no poder acallar el impulso y hacer caso omiso a esa vocecita un poco melosa, un poco chillona que me dice...paciencia.
No puedo. No quiero. No sé y tampoco quiero aprender. No puedo separar la mente de la sensación, no me gusta tampoco.
Soy visceral, esa es la palabra. Básica y visceral.
El instinto que tiñe todo e impide la cortesía, pero también impide que la quemazón del dolor, ese dolorcito incómodo que queda producto de las coces que uno da contra paredes que ni siquiera imaginaba que existían, se vaya para recordarnos que siendo básica y visceral no se puede remontar más allá de 2 cm del suelo que pisamos.
Sí, eso es lo máximo que alguien básica como yo puede remontar, ya que las alturas nos están vedadas, no somos etéreas, ni evanescentes como princesas de cuentos de hadas, somos mujeres básicas, que nos hacemos cargo de nuestros deseos, que nos reímos de nuestros temores, pero que tenemos claro que los tenemos y sin embargo ni nos resignamos ni tampoco morimos en el intento.
En síntesis, las chicas básicas, puede que no seamos tan bonitas como las etéreas o evanescentes, pero somos más fiables...sabemos que no tenemos claro que es lo que queremos y lo decimos, sabemos que no es posible alcanzar la satisfacción plena pero la buscamos, sabemos que los hombres perfectos no existen pero lo exigimos y, lo mejor de todo, sabemos que la inteligencia no paga pero igual la cultivamos, de tercas nomás. Por suerte las básicas le andamos pisando los talones a las etéreas y si no las alcanzamos es todo culpa de la industria de la alta moda...jajajaja.