21 jun 2010

FEBO

"Febo asoma.." cantaba cuando iba a la primaria, allá lejos y hace tiempo, en la época en que las marchas sonaban a cada rato y nos enseñaban que si no recitábamos de memoria toda la imaginería patriotera nos íriamos al infierno o lo que es peor nos quedaríamos solteras como esa tía a la que -en realidad-, admirábamos tanto-.
Y si se me vino a la mente el primer verso de esa marcha tan pegadiza -la marchita de San Lorenzo-es porque justamente después de más de un mes, al señor sol se le dió por instalarse casi todo lo que va de la jornada. Ha sido un día de sol, para regocijo de una servidora, que como buena opositora se la ha pasado adentro de la casa. Es que se me dió por ponerme responsable y productiva el día en que el sol salió. Es más, estoy casi convencida de que si no hubiera tenido la voluntad y la disciplina que tuve hoy, es bastante probable que el día hubiera sido tan perro como los días anteriores, pero como decidí que ya era tiempo de comportarme como lo que soy: una señora mayor que tiene responsabilidades que cumplir es que se le dió al sol impertinente por salir. Pero bueno, no le voy a estar poniendo demasiados adjetivos descalificativos, no vaya a ser cosa de que se me enoje y mañana no se le dé por salir. En fin, era sólo porque había deseado que la próxima entrada fuera con sol, que me vi compelida a escribir algo, cuando en realidad, seremos sinceras, muchas ganas no tenía!

17 jun 2010

¿Primavera dijo?

Es realmente frustante. La primavera que me había prometido y que funcionaba como la cereza de un postre delicioso no apareció, no aparece, y a esta altura estoy convencida de que no aparecerá por lo menos hasta que me vuelva al invierno del sur.
En fin, una vez más...llueve sopa y salgo con un tenedor! Nota de color: llegó mi hombre, no paramos de discutir desde su arribo -cotejar con la entrada anterior, ay Jesú!- debe ser que el tiempo nos nubla el entendimiento, o que nos habíamos acostumbrado a la soledad.
Entre nos, espero que sea lo primero... porque siempre es mejor ser necia que solterona, já.
Una salvedad: no hay discusión que frene nuestro frenesí sexual, eso está bueno, y como estuvimos lejos bastante tiempo, sabemos que aunque no nos pongamos de acuerdo con las palabras, o incluso con nuestros gestos, nuestros cuerpos se llevan de maravilla y se la pasan haciendo acuerdos por debajo de las discusiones más acaloradas...debe ser por eso que discutimos tanto (tampoco tanto, aclaro por las dudas) para que entre las sábanas todo funcione mejor.
Es así, a pesar de que llueve todo el tiempo -y no es metáfora, realmente llueve todo el tiempo- y de las dos o tres discusiones diarias, tengo para equilibrar algunas alegrías placenteras, de a dos -aclaro porque de las solas, siempre las tuve, ejem-, y son esas alegrías, justamente, las que me alejan de todos los fantasmas que pueden andar dando vuelta.
Ahora que leo lo que acabo de escribir, pienso que tal vez necesito empezar a invertir en un psicólogo, al menos me ayudaría a desviar un poco de la pulsión sexual a algo más productivo. Aunque...medito un poco, segundos nomás y me respondo que no, que para qué, si es tan lindo hacer el amor!!!! (nótese la delicadeza con la que escribí lo anterior, un gran esfuerzo de mi parte!). Hasta la próxima y realmente espero que sea con sol!!!!

1 jun 2010

Abandonada

Abandonada tenía esta cosa, me fijo y hace como un mes que no publico ninguna entrada, para ser exactos más de un mes: 37 días.
Es que he estado bastante ocupada. Viajando. Vida movediza la mía. Puro viaje. No me quejo. Para nada. Culo inquieto le decía mi abuela, "hormigas en el culo" dice que tengo, mi papá. De todos modos, está bueno, porque encontré un compañero que me sigue en la movilidad. Supongo que moviéndonos fue como nos encontramos, y "moviéndonos" como nos enamoramos...
De todos modos, ahora estoy acá sola, el también está viajando, pero por allá. Por suerte falta poco para que nuestra geografía se unifique y sea el mismo, el suelo que pisamos. Creo que a esta altura de las circunstancias, más de dos semanas, a lo sumo tres, son las que me banco sin extrañarlo tanto. Es increíble cómo a medida que pasa el tiempo una se va convirtiendo en aquello que más odia: un animal de costumbre. Y acostumbrada a mi hombre estoy, dependiente...bah, no tanto de todos modos. Igual lo importante es que lo extraño: mucho. En fin, me vine al norte por cuestiones de trabajo y de paso buscando una primavera que aún no encuentro... por suerte, falta poco para que llegue mi amor... y con amor, todo es primavera ¿no?