Abandonada tenía esta cosa, me fijo y hace como un mes que no publico ninguna entrada, para ser exactos más de un mes: 37 días.
Es que he estado bastante ocupada. Viajando. Vida movediza la mía. Puro viaje. No me quejo. Para nada. Culo inquieto le decía mi abuela, "hormigas en el culo" dice que tengo, mi papá. De todos modos, está bueno, porque encontré un compañero que me sigue en la movilidad. Supongo que moviéndonos fue como nos encontramos, y "moviéndonos" como nos enamoramos...
De todos modos, ahora estoy acá sola, el también está viajando, pero por allá. Por suerte falta poco para que nuestra geografía se unifique y sea el mismo, el suelo que pisamos. Creo que a esta altura de las circunstancias, más de dos semanas, a lo sumo tres, son las que me banco sin extrañarlo tanto. Es increíble cómo a medida que pasa el tiempo una se va convirtiendo en aquello que más odia: un animal de costumbre. Y acostumbrada a mi hombre estoy, dependiente...bah, no tanto de todos modos. Igual lo importante es que lo extraño: mucho. En fin, me vine al norte por cuestiones de trabajo y de paso buscando una primavera que aún no encuentro... por suerte, falta poco para que llegue mi amor... y con amor, todo es primavera ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario