¿Se dieron cuenta de que los excesos van variando con el paso del tiempo? Por no escribir con el paso de las décadas -eso queda muy fuerte para una mina en crisis etaria como yo-. Es que lo que constituye un exceso depende de la etapa de la vida en la que andamos. ¿Cómo es esto? Simple, en la infancia, por ejemplo, el exceso varía de acuerdo a la valentía para hacer la travesura: escaparte una siesta de verano a la calle sin permiso o comerte un frasco entero de dulce de leche a cucharadas, también a la hora de la siesta -la más propensa para cometer excesos-.
En la adolescencia, en cambio, va del baile sin descanso en una fiesta de quince a un beso de cinco minutos que te deja sin aire en el porche de tu casa con el chico que "te pidió arreglo" hace dos meses cuando te fue a esperar a la salida del "cole".
En la primera juventud (ya estás en "la facu") el exceso está emparentado de una manera fuerte y decisiva con lo experimental (tu vida es un inmenso laboratorio en el que te la pasas experimentando cualquier disparate) como verán no detallo, es que hice algunas cosas de las que francamente me avergüenzo -no se ilusionen, la vergüenza viene más por el costado patético que por otra cosa más guay-.
La etapa siguiente sería la que clasifico (soy maniática haciendo listas, McCarthy se hubiera ufanado de mí si me hubiese tenido de secretaria, je) como "postfacultad" y empezaría a los 24-25 y que es cuando te das cuenta de que algún rumbo tenés que tomar y empezás a "regular" los excesos sin darte cuenta. Empiezan a tener una agenda. En la etapa anterior sucedían a cualquier hora y en cualquier parte, ahora sólo son los fines de semana -salteados-.
Y así ya vas viendo cómo tu vida de excesos se va enflaqueciendo de manera paulatina e inversamente proporcional a las responsabilidades que vas asumiendo, y tus excesos ya no son excesos sino más bien carnavales en ese sentido medieval que te permite escapar por un rato de esa rutina a la que sin darte cuenta empezás a encadenarte contra tu propia voluntad.
Pero esto es sólo el comienzo - no llegamos ni a los 30, y todos saben que esta crisis es de los 40- de una vida excedida y en ocasiones -por qué no, también- excedente.
Es que como casi todo lo que hago -así sin darme cuenta- en este sencillo pero emotivo acto, inauguro la zaga del folletín "que no está de moda" por lo que no resta más que decir CONTINUARÁ....
3 comentarios:
(estaré pensando en lo que estoy a punto de decir?)...esto del ex/c/eso...parece algo así como algo que dejó de ser "eso". algo que lo sobrepasó. que superó lo esperado. las medidas previstas. colmó las expectativas.
esto sólo pasa cuando se supera lo "esperado" y "normal"? a medida que cambiamos, lo que nos es esperado y normal cambia. por eso creo que los excesos también. y hasta los "esos" que superamos alguna vez, nos son indiferentes en algún momento...la expectativa colmada y voluptuosamente satisfecha, puede estar en el "esto" de ahora y no en el "eso" que no estamos haciendo más, y mucho menos en el "ex-(c)eso"... casi siempre hay varios motivos por los cuales algo pasa a ser "ex"...creo que me excedí de palabras...
saludos
macarena
la "tímida" remolacha.
Pero que refle (x) ión (flux) más med (ia) tada!
Me encantó y no puedo más que acordar con la tímida remolacha en que sí, es así con los ex /c/esos. Son "esos" que ya no son lo que eran y por eso varían, pero siempre aparecen!!!! gracias,
un beso.
Genial
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