2 nov 2010

2 de noviembre. Día de los difuntos.

Hoy es el día de los muertos. 2 de noviembre, después del día de todos los santos, el 1°. 

En realidad a esta conmemoración me acerqué cuando estudiaba en la University of Oregon, porque allí ese día hacíamos clases alusivas para los estudiantes y como el español  en EEUU está fuertemente atravesado por México, y en México lo de la muerte es un "big deal" aparecían esqueletos danzantes y guitarreros por todas partes.

Después, cuando aterricé en Uruguay, volví a tener presente la fecha, esta vez ya sin los esqueletos pero con el feriado a cuestas -creo que gané- y con una especie de recogimiento entre sentido y construido respecto a esa cosa que siempre nos incomoda y que se viste de negro y anda con una guadaña (al menos así me la muestran los dibujitos animados). Esa cosa que se llama muerte y a la que algunos que no pueden ni siquiera nombrar le dicen "parca".

Reflexiono: que cosa más extraña, pensar en la muerte da malestar cuando es en realidad aquella cosa que se cierne sobre nosotros desde el momento mismo en que se nos da por existir o -lo que es peor- nos arrojan sin siquiera preguntarnos a la más descarnada de las existencias.

Por si fuera poco, la semana pasada, se murió K -ex presidente argentino, que como todo lo argentino vino con su cuota de odios y pesares -así todo junto y mezcladito en la bolsa de los mandados de Doña Rosa- . 

La muerte fue la gran protagonista de la semana y se instaló en la escena pública. De repente, la simbología patria se transformó en una plataforma en la que se asentaron "las mil y una semantizaciones funerarias". Los canales abiertos y de cable construyeron uno de estos muertos que "no dejan de nacer". 

Y como soy media salvaje -interpretando especialmente-, podría aventurar que  el hecho de que la señora Presidenta de los argentinos hable por cadena nacional el día de todos los santos no es casual no, y que en EEUU se vote la "midterm election" de un presidente afroamericano y mestizo, el día de todos los muertos, tampoco...  a mí no, no me vengan con casualidades, ta?.






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