27 ago 2010

Nenas caprichosas (esta entrada va dedicada: a S. porque nos reímos mucho juntas contándonos los pesares)

Situaciones de la vida real (nada de que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia).
Escenario 1:  Cena baile, noche de la nostalgia. Tickets con numerito para la rifa como corresponde. Premio: CD con temas añejos para escuchar y acordarse de cuando una era joven y bella. Sorteo. Felicidad completa: primera vez en la puta vida que una se gana algo. "Si toma no maneje" eslogan de los de tránsito en la víspera. Señora mayor encargada de la conducción -bastante mayor-. Marido inconsultivamente  (¿por qué siempre nos consultan estupideces y nunca lo "realmente" importante?) decide regalar como pago del servicio prestado por la conducción el premio recientemente obtenido. Hecatombe. Ruina. Ni acordarse a una tranquila de cuando era joven y bella la dejan, habrase visto!
Escenario 2: Paquete cerrado adentro de la heladera con la mitad de una tortilla española comprada para el almuerzo en el trabajo con destino final cena (cocinero ausente por asado, hay que ser previsora.) Tardecita en casa. Se presenta el cocinero rebelde y comienza a prepararse para la ocasión, como acostumbra decide hacer una incursión por la heladera -¿por qué los hombres cada vez que llegan a la casa tienen que ir derecho a la heladera?¿no te ibas a un asado?- o sea, no llama la atención tal comportamiento ya que es habitual. 
Pasan unos cuantos minutos y decido ir a la cocina (sí, la de esta anécdota soy yo) paquete despanzurrado en la mesada. Así, desprolijamente desapanzurrado lo que me enloquece (es mi manía, los paquetes se abren prolijamente). Crisis total. Estallido gutural: -¿vos abriste MI paquete y te comiste un pedazo de la tortilla??????!!!!!  desconcertado el susodicho responde: -¿cuál paquete? ah! ¿ese? sí, estaba en la heladera. y sabés que la tortilla española me gusta mucho. Siguen, el estadillo y la voz ya tornándose chillido de soprano italiana: -¿y vos andás abriendo paquetes por la vida así como así,  y comiendo la comida sin pedir permiso?????
Mirada del susodicho que traducida sería: "-definitivamente, hoy, esta perdió la chaveta". Más rabia y odio por saberme incomprendida en algo tan elemental. "Eso" (léase el paquete con la tortilla) estaba envuelto y cerrado y somos sólo dos lo que usamos esa heladera, y encima te vas a ir, y no me vas a cocinar y yo, que por una maldita vez en la vida había decidido prever algo en vez de salir a lo que venga cuando venga, ahora estoy en la misma de siempre y voy a tener que llamar a la pizzería y eso no estaba en mis planes. Y sabés, o a esta altura ya deberías haber resuelto el enigma, que cuando algo no está en mis planes y aparece de repente me pongo loca, muy loca, por más que suene contradictorio, sí, nunca preveo nada, pero no es de la previsión de lo que estamos hablando acá, es de los imprevistos, que sonará parecido, pero no es lo mismo ¿o.k? 

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