1 sept 2010

En salmuera...




Sip. Desde que una servidora deseó brillantez apagaron la luz y abrieron la canilla: no ha parado de llover desde el lunes. Moraleja: mejor lloramos los domingos gastamos el agua acumulada, esta no se va al cielo y en la semana contamos con el sol que -aunque si abusamos nos arruga y nos mancha- también nos pone las pilas. 
Es tal cual, domingo depre, semana de jolgorio, domingo pum para arriba! (que antigüedad este dicho) semana endiabladamente gris. 
Por eso, como no ha parado de llover y se aguó hasta el suspiro de la gaviota, mejor, en vez de andar "boquilleando" la felicidad dominguera (además soy cuerva, y el domingo San Lorenzo ganó) me llamo a silencio y me dedico a meditar lo mal que me sienta la cuarta década. De este modo, durante la semana saldrá el sol, me cargará las pilas (estoy con lo de la energía alternativa, otra cosa que me trajeron los años, que como bien es sabido no vienen solos) me olvidaré de que estoy vieja y seguiré viendo todo brillante brillante como la luna llena  en los días de noche clara, ya que como por suerte, no soy la octava hija varón no correré ningún riesgo de convertirme en lobizona porque después de todo, esto de ser mujer algo bueno tenía que tener ¿no?

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